Análisis integral sobre la seguridad ciudadana en Cúcuta tras la implementación de la PISCC entre 2011 -2021
Resumen
Antecedentes: Cúcuta, es considerada como una de las ciudades fronterizas más activas en América Latina, presentando una dinámica migratoria constante pese al cierre físico de los canales de tránsito peatonales y vehiculares desde el año 2015, lo cual ha impedido la libre circulación por la área, incrementado problemáticas como presencia de grupos armados ilegales dominando zonas de paso denominadas trochas, así como fortalecimiento de delitos tales como expendio de sustancias psicoactivas, hurtos, homicidios y extorsiones, consecuencia no sólo de la vulnerabilidad de migrantes venezolanos sino producto de fenómenos como el desempleo, la ilegalidad y la informalidad, carencias latentes en la ciudad siendo un reto socioeconómico y estratégico para el gobierno local y nacional. El Plan de Gobierno Nacional del periodo 2010-2014 incorporó el establecimiento de Políticas Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana (PISCC), en el marco del fortalecimiento de la seguridad ciudadana, pilar clave de la seguridad nacional, sincronizada junto con la defensa nacional y la consolidación. Generando el interrogante ¿Cómo incide la implementación del PISCC en el eje de seguridad en la ciudad de Cúcuta en los últimos 10 años? En el artículo “la inseguridad en Cúcuta” de Armesto, Duarte y Rolón, abordan las dificultades por las cuales las estrategias de seguridad implementadas por la Policía Nacional seccional Cúcuta, no han arrojado los resultados esperados pese al fortalecimiento institucional y la inversión en elementos tecnológicos, demostrando que existe un contraste entre las cifras oficiales las cuales exponen mejores indicadores con relación a años anteriores; y la percepción de la población la cual continua siendo negativa y la ciudad ocupa los principales puestos en temáticas como desempleo, inseguridad e insuficiencia en la satisfacción de necesidades básicas. (Armesto, E, Duarte, D & Rolón, B, 2019). Objetivo General: Analizar el término seguridad ciudadana dentro del contexto cucuteño en un periodo comprendido entre 2011 y 2021 Materiales y métodos: El paradigma que guía la investigación desarrollada es el hermenéutico que de acuerdo a lo expresado por Ballina Ríos “no interesa llegar a un conocimiento objetivo, sino llegar a un conocimiento consensuado, lo que importa es ponerse de acuerdo en la interpretación, de lo que se está estudiando” (2013, p. 3), que es precisamente lo que se efectúo en este estudio, una interpretación del término seguridad ciudadana aplicado en la implementación del PISCC en el municipio de Cúcuta. Por eso y bajo el enfoque cualitativo, se desarrolla una investigación de tipo descriptivo puesto que como lo expone Tamayo “comprende la descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza actual, composición o procesos de los fenómenos. La investigación descriptiva trabaja sobre las realidades de los hechos y sus características fundamentales es de presentarnos una interpretación correcta” (Tamayo, 1998, p. 54). Resultados: Los delitos analizados durante este estudio comprenden homicidio, lesiones personales, violencia intrafamiliar y hurto, considerados los cuatro principales ejes delictivos de la ciudad. Así mismo, estos articulan la seguridad y la convivencia puesto que su realización no sólo afecta a la víctima sino el entorno en donde se desarrolla, significando un reto policial y administrativo para mejorar las condiciones de las zonas identificadas. Las bandas criminales partícipes del microtráfico constantemente se ven involucradas en enfrentamientos por el control de los territorios e imposición del poder, así como confrontaciones internas para establecer el liderazgo. Estos conflictos, por una parte, se presentan en las zonas rurales entre grupos al margen de la ley como Los Rastrojos y el ELN, y por otra, también se dan en las zonas urbanas en las que es común ver disputas entre las bandas delincuenciales que se encuentran asociadas al microtráfico, puesto que la violencia es el mecanismo por excelencia que usan estas organizaciones para sembrar el temor en los diferentes actores del comercio de estupefacientes como por ejemplo los consumidores y expendedores o jíbaros, con el fin de demostrar autoridad y así garantizar el negocio, entre otros aspectos. (PISCC, 2020) En los últimos 10 años se ha presentado un incremento significativo con relación a la percepción de inseguridad de la población cucuteña, es decir, en 2014, el 23% de las personas en Cúcuta se sentían inseguras, sin embargo esta cifra en la actualidad supera el 70%, siendo los hechos delictivos los mayores incitadores de la desconfianza hacia la institucionalidad y por consiguiente la desaprobación o desconocimiento de las actividades cotidianas que se realizan desde la Fuerza Pública y las entidades locales. Bajo este enfoque, en la ciudad de Cúcuta se adopta la herramienta del PISCC, como mecanismo a través del cual se busca articular las diferentes entidades del orden local para gestionar acciones preventivas y coercitivas que permitan mejorar los indicadores delictivos, y por consiguiente la percepción ciudadana. La distribución de la ciudad por comunas permite georreferenciar las zonas donde se realizan frecuentemente los delitos, es decir, identificar a través de un mapa de calor los puntos neurálgicos en los crímenes determinantes como el homicidio y el hurto, siendo la comuna 6 y la comuna 1, los lugares en donde suelen suceder dichas actividades respectivamente. Conclusiones: La seguridad y la convivencia ciudadana son temas complejos, pero interrelacionados que se enfocan en el mejoramiento de las condiciones de los habitantes de un territorio, así como el respeto por sus derechos fundamentales. Cúcuta, es considerada una ciudad neurálgica no sólo por temas migratorios sino por la presencia de diferentes grupos delincuenciales y células guerrilleras y subversivas que ejercen influencia en la zona por ser un punto fronterizo activo y atractivo para la realización de actividades relacionadas con narcotráfico, contrabando, explotación sexual y laboral así como extorsiones a comerciantes, lo anterior incidiendo directamente en otras conductas como homicidios y hurtos, creando un ambiente conflictivo para la comunidad e incrementando la percepción de inseguridad. Por eso, la nueva apuesta de las entidades gubernamentales y Fuerza Pública se focaliza en la prevención, como estrategia para reducir dichas actividades atendiendo no sólo los requerimientos relacionados con ellas, sino puntualizando los orígenes buscando alternativas que minimicen los riesgos y garanticen los mínimos vitales para la población.
Enlace para referencia:
https://hdl.handle.net/20.500.12442/9555
https://hdl.handle.net/20.500.12442/9555