Depresión y soledad en adultos mayores institucionalizados en diferentes centros geriátricos

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Fecha

2007

Autores

Chica Rambao, Luz Victoria
García Covelli, Cindy De Jesús
Hernández Escobar, Ana Clara
Miranda Pérez, Angélica Patricia

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Editor

Ediciones Universidad Simón Bolívar
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Resumen

El envejecimiento genera un desgaste natural que interfiere en las relaciones interpersonales y las actividades cotidianas que limitan al adulto mayor en la interacción con el medio, disminuyendo todas las funciones sociales. Además el adulto mayor puede presentar enfermedades físicas, mentales y/o emocionales que dificultan el nivel de funcionalidad dentro del marco de la sociedad. Dentro de estas disfuncionalidades se encuentra la depresión, la cual pertenece al grupo de trastornos del estado de ánimo clasificado así por el DSM IV (2000) y la APA (200:2), definiéndola como un estado de tristeza profunda la mayor parte del día, casi cada día, manifestándose los síntomas por más de 6 meses. La depresión puede presentarse en cualquier momento de la vida. Sin embargo, dentro de la población geriátrica suele ser muy frecuente. Esto es explicado por diferentes teorías que tratan de atribuir el origen del trastorno a diferentes factores como lo son genéticos, neurobiológicos o neuroquímicos, ambientales o psicosociales, psicológicos y físicos que pueden ayudar al desarrollo, contribución o mantenimiento de la depresión. Sin embargo, Salín Pascual (2000) comenta que a pesar que cualquier persona en diferentes situaciones de la vida pueda manifestar tristeza, solo se puede llamar depresión cuando el tiempo de duración, frecuencia e intensidad con que se manifiestan los síntomas, son superiores a los seis meses presentándose todos los días casi todo el día los adultos mayores suelen vivenciar pérdidas ya sea por duelo o viudez, separación, ausencia de los hijos, pérdida de ingresos económicos, jubilación, cambio de vivienda o institucionalización, lo cual puede predisponer a extrañar o añorar lo que se tenía en el pasado y experimentar sentimientos de vacío y soledad por la carencia de seres con quien comunicarse, lo que trae como consecuencia un aislamiento social. El aislamiento social es la lejanía o la falta de contacto que tienen las personas con otros significativos. Es decir, entre más consideración, atención y cuidados que se tenga con el anciano, menos probabilidades tienen de sufrir algún tipo de aislamiento o por lo menos puede llegar a ser más adaptativos. Entonces, es debido a estos cambios, que la soledad puede presentarse con frecuencia en la vejez.

Descripción

Palabras clave

Adulto mayor, Suicidio, Autoestima, Geriatría, Envejecimiento, Psicología, Depresión mental

Citación

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