Calidad de vida en adultos mayores institucionalizados en el Hogar Madre Marcelina de Barranquilla

Las personas viven intentando adaptarse y asumiendo nuevos roles, de acuerdo a la etapa del ciclo vital y deseando conquistar nuevas áreas. De acuerdo a la Teoría del Ciclo Vital, cada etapa evolutiva es una crisis, en donde el éxito o fracaso de la anterior determina el ciclo que se acerca, en este andar por la vida no todos los resultados son respuesta a estados y/o procesos internos, sino también a muchos condicionantes o factores externos (sociales, históricos, culturales) y psicológicos, apreciando, evaluando o concibiendo así la vida como una buena calidad de vida, también la participación ciudadana, la vida familiar, la posibilidad de auto gestionarse, etc. En el desarrollo humano, el bienestar, la calidad de vida tienen relación con la satisfacción de las necesidades y que son más efectivas cuando surgen directamente del sujeto y en ella se entrelazan las dimensiones personal y social, por lo tanto, entran en juego, los entornos más inmediatos al sujeto (Microsistema) y con los que se interconectan (Microsistema), teoría planteada por Bronfenbrenner. El proceso de envejecimiento presenta limitaciones funcionales, con pérdida de la autonomía, independencia, adaptabilidad y disfuncionalidad motriz, que se convierten en un reto para las personas que cursan esta etapa y los que los rodean; así mismo, genera cambios en el estilo de vida de la población y repercute en la distribución de la carga de la enfermedad y en la calidad de vida. De acuerdo a lo anteriormente planteado, el objetivo del estudio fue determinar la calidad de vida en los adultos mayores institucionalizados que habitan en el Hogar geriátrico Madre Marcelina.