La educación emancipadora: ensayo sobre la utopía

Cargando...
Miniatura

Fecha

2003

Autores

Lambraño Castro, Jaime Nicolás
Pinzón Devia, Andrés Enrique

Título de la revista

ISSN de la revista

Título del volumen

Editor

Ediciones Universidad Simón Bolívar
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Resumen

La propuesta educativa de emancipación es realmente una propuesta cultural que va más allá de lo pedagógico, propone desencadenar o generar un macroproceso cultural que transforme las situaciones de injusticia y violencia que caracterizan las relaciones sociales, políticas, culturales y económicas de la sociedad contemporánea. Su objetivo es la liberación o emancipación del ser humano por medio de la humanización. Ideológicamente estaría inserta dentro del enfoque revolucionario socialista - humanista planteado por Paulo Reglus Freire, padre de la pedagogía liberadora, nacido en Pernambuco, una de las regiones más pobres de Brasil, lo que explica en gran medida su preocupación por los oprimidos. Es necesario aclarar que, si bien es un enfoque socialista, no es radical, sino se encuentra dentro de la línea socialcristiana que tuvo tanto auge en la década de los 70. Pedagógicamente se encuentra dentro de la pedagogía crítica, de la que en este ensayo no nos preocuparemos. Pero, vale repetir, es un proceso cultural que va más allá de lo pedagógico, y como proceso cultural está abierto a cualquier modelo pedagógico que tienda hacia lo humano. Para su explicación es necesario diferenciar y concertar en algunas conceptuaciones. Este proceso sociocultural no es un proceso individual, sino colectivo, con el supuesto freireano de que nadie se educa solo, ni tampoco nadie educa a nadie. Así este proceso concibe al ser humano como un ser autónomo y libre capaz de develar la realidad que lo aliena, o en lenguaje freireano, que lo oprime. Si esto es así, este proceso es de auto construcción, la comunidad es quien construye el proceso y además quien lo vitaliza. Esta sería la única forma de "humanizar'' la sociedad y el mundo entero. Aquí encontramos tres conceptos diferenciables. El primero sería el ser concebido como autónomo. La autonomía generalmente se refiere a la capacidad de autogobierno que tiene el individuo, incluyendo la facultad de discernir entre lo bueno y lo malo. Por lo tanto, este concepto penetra las esferas de la moral, con lo que pone de manifiesto que la autonomía tiene intrínsecas ciertas condiciones culturales y sociales que la limitan. Lo mismo ocurriría con la libertad, que dentro de este proceso comunitario no podría concebirse románticamente como un "hago lo que se me da la gana porque soy libre", sino como un "hago esto porque lo creo justo y beneficioso para mí y para mi comunidad". Somos seres autónomos y libres, en cuanto somos el resultado de una serie de condicionantes biogenéticos y culturales que moldean nuestro comportamiento. En este plano, tendremos la suficiente autonomía y libertad para dirigir nuestra voluntad hacia esferas más justas, donde las relaciones humanas, que bien vale decirlo, son relaciones de poder, sean menos violentas y castrantes. Un tercer concepto sería el de realidad, y aquí nos alejamos un poco de la postura freireana, no por suponer una postura errática de Freire, sino por adaptación a nuestra época. Podríamos decir que se trata de una contextualización conceptual atrevida y que en muchos momentos nos puede alejar de la teoría inicial, pero necesaria para nuestros intereses.

Descripción

Palabras clave

Educación liberadora, Sociología política, Alfabetización, Ciencias sociales

Citación

Enlace DOI

Enlace URL externo

Colecciones