La fuerza como vicio de consentimiento en el matrimonio
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Fecha
2002
Autores
García Mejía, Ana María
Serna Florián, Guicela Patricia
Título de la revista
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Editor
Ediciones Universidad Simón Bolívar
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Resumen
La definición de matrimonio según el Código Civil (Art. 113) dice que: "El
matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente". Es el consentimiento personal de los esposos lo que únicamente puede ser causa eficiente de matrimonio.
La calidad del consentimiento no es ni única ni uniforme en la variedad de la
conducta humana. Hay actos tan profundamente vitales para la existencia y con tal
carga de compromiso en su constitución que, obviamente, exigen más alta calidad
en el consentir: ello sucede, generalmente, con las llamadas "opciones
fundamentales de la vida humana", y entre las mismas, se encuentra por derecho
propio el matrimonio. El matrimonio es una forma específica de elección del estado de vida, en el cual no debe ser violentado el consentimiento de los contrayentes a través de actos que coaccionen injustamente y sublimen el querer del cónyuge sometido a
consentir. Esta coacción ejercida en el subjetivismo del contrayente produce una
disminución tan sustancial en el querer voluntario y en la libertad necesaria,
suficiente y proporcionada para contraer matrimonio. Los consejos, mientras se respete el concepto de "consejo", no son coacciones. Se podría plantear el caso que a la situación de consentimiento se llegara no por la vía de amenaza de males sino por la vía de oferta de bienes, con lo que una persona "forza" al contrayente no por la vía de amenaza de males sino por la vía igualmente efectiva en cuanto a resultados, de "obligar" a la voluntad renuente a contraer el matrimonio obnubilando a la persona "con el oro y el moro" como suele decirse.
Descripción
Palabras clave
Matrimonio, Sentencia C, Nulidad del matrimonio