Alarcón Vásquez, YolimaBertel Escudero, Alejandra María2025-11-202025-11-202025https://hdl.handle.net/20.500.12442/17115El objetivo principal de esta investigación fue contribuir, desde una praxis de apropiación colectiva, a la formación del carácter religado a los proyectos de vida en estudiantes de contextos interculturales, con especial atención a aquellos vinculados al Programa de Aceleración del Aprendizaje (PAA). Para ello, se buscó caracterizar los elementos culturales, éticos, pedagógicos y formativos que inciden en la orientación del proyecto de vida; religar fundamentos ontológicos, metodológicos y epistemológicos con las prácticas de aula; y construir, de forma dialógica, acciones que fortalezcan el desarrollo del ser y las virtudes necesarias para que los estudiantes se asuman como protagonistas de su vida. La investigación se desarrolló en el marco del paradigma sociocrítico, adoptó la metodología de investigación acción educativa y con dos unidades de análisis complementarias: 33 actores educativos (docentes, estudiantes y acudientes) del PAA y una muestra documental que incluyó documentos institucionales y fuentes académicas externas. Mediante técnicas como análisis documental, fotobiografías, observación participante y grupos focales. Uno de los hallazgos centrales fue la ausencia de metodologías explícitas por parte de la institución para integrar la interculturalidad en la formación del carácter y el proyecto de vida. Aunque los docentes desarrollan prácticas intuitivas valiosas, persiste un vacío metodológico que limita la sistematicidad y alcance de las acciones. Este vacío se acentúa en la atención a estudiantes de orígenes diversos (Wayuu, afrodescendientes, migrantes venezolanos), quienes requieren estrategias adaptadas a sus realidades culturales. La investigación reconoce que el aula es un espacio dinámico en el que coinciden múltiples identidades culturales. En el contexto de la Institución Educativa Número 5, además de los estudiantes Wayúu, existen grupos significativos de estudiantes pertenecientes a comunidades Zenú, afrocolombianas, árabes (principalmente descendientes de migrantes siriolibaneses) y migrantes occidentales de diversas regiones de Colombia y otros países de manera especial de Venezuela. Se infiere entonces que existen retos y oportunidades a partir de esta riqueza intercultural para la formación del carácter y los proyectos de vida. Por ende, la educación en contextos interculturales necesita de un enfoque que trascienda la homogeneización curricular. Como se ha observado en esta investigación, los sistemas educativos han dado prioridad a la transmisión de conceptos disciplinares, lo que deja a un lado dimensiones esenciales del desarrollo humano, como la ética y la espiritualidad. Si a ello se le suman los retos encarnados en la migración forzada, el escaso o nulo acceso a servicios básicos y la presión por contribuir tempranamente al sostenimiento del hogar, se llega al problema de la presente investigación. En síntesis, frente a los hallazgos se discutieron las implicaciones teóricas y prácticas de estos y se hicieron recomendaciones estratégicas, a la vez que se reflexionó sobre los límites y proyecciones del estudio en cuestión. En ese orden de ideas, la investigación logró cumplir su objetivo general de contribuir a la construcción de una práctica educativa que integra la formación del carácter con las aspiraciones vitales de estudiantes en entornos multiculturales. De esta manera se demostró que la formación del carácter no se puede disociar de la representación estudiantil, como capacidad de actuar con autonomía y propósito, ni de las estructuras culturales que forman las identidades, de allí se define el carácter como la interacción dinámica entre valores personales, contextos culturales y prácticas pedagógicas. Por lo tanto, no es un atributo estático o individual. Se demostró, que la cultura actúa como un espejo que refleja y proyecta el carácter. Por su parte, la interculturalidad mostró su capacidad transformadora. Este concepto rescata las identidades locales y ocupa los espacios vacíos en la literatura educativa al darle sentido a la cosmovisión de pueblos que han sido excluidos de los estudios académicos. De hecho, la integración de símbolos wayuu en estrategias pedagógicas fue un acto político de resistencia, puesto que un número significativo de estudiantes expresó que su mayor orgullo esta dado por su herencia cultural luego de haber participado en talleres donde se usaron relatos de la cosmovisión de este pueblo. Este resultado responde frente a narrativas que asocian erróneamente la interculturalidad con la folklorización y la migración, siendo así un vehículo de justicia epistémica. Aunado a esto, se hizo una contribución frente al vacío teórico al abordar la escasez de estudios sobre la formación de carácter en niños de entre 10 y 16 años de edad en contextos de vulnerabilidad intercultural.The main objective of this research was to contribute, through a praxis of collective appropriation, to the development of character linked to students’ life projects in intercultural contexts, with particular attention to those enrolled in the Accelerated Learning Program. To achieve this, the study sought to characterize the cultural, ethical, pedagogical, and formative elements that influence life-project orientation; to connect ontological, methodological, and epistemological foundations with classroom practices; and to collaboratively design actions that strengthen selfdevelopment and the virtues necessary for students to view themselves as protagonists of their own lives. The study was grounded in the socio-critical paradigm and employed an educational action-research methodology, drawing on two complementary units of analysis: 33 educational actors (teachers, students, and guardians) from the program, and a documentary sample composed of institutional documents and external academic sources. The methods included documentary analysis, photobiographies, participant observation, and focus groups. One of the central findings was the institution’s lack of explicit methodologies to integrate interculturality into character and life-project formation. Although teachers implement valuable intuitive practices, a methodological gap persists, limiting coherence and impact. This gap becomes more pronounced when working with students from diverse cultural backgrounds (Wayuu, Afro-descendant, and Venezuelan migrant populations), who require strategies tailored to their cultural contexts. The study acknowledges that the classroom is a dynamic space where multiple cultural identities intersect. At Educational Institution Number 5, in addition to Wayuu students, significant groups belong to Zenú, Afro-Colombian, Arab (primarily descendants of Syrian-Lebanese migrants), and Western migrant communities from different regions of Colombia and from other countries— especially Venezuela. This intercultural richness offers both challenges and opportunities for character formation and life-project development. Education in intercultural contexts therefore requires an approach that goes beyond curricular homogenization. As observed in this research, school systems have prioritized the transmission of disciplinary content, often neglecting essential dimensions of human development, such as ethics and spirituality. When combined with the challenges posed by forced migration, limited access to basic services, and the pressure to contribute financially to the household at an early age, these factors shape the core problem addressed in this study. The discussion examined the theoretical and practical implications of the findings, offered strategic recommendations, and reflected on the study’s limitations and future projections. The research ultimately achieved its general objective: contributing to the construction of an educational practice that integrates character development with the life aspirations of students in multicultural settings. The study demonstrates that character formation cannot be separated from students’ capacity for agency and purposeful action, nor from the cultural structures that shape identities. Accordingly, character is defined as the dynamic interaction between personal values, cultural contexts, and pedagogical practices—not as a static or individual attribute. Culture, therefore, acts as a mirror that both reflects and projects character. Interculturality also proved to have transformative potential. It reclaims local identities and addresses gaps in educational literature by giving meaning to the worldviews of groups historically excluded from academic inquiry. The integration of Wayuu symbols into pedagogical strategies represented a political act of resistance: many students expressed that their cultural heritage became a source of pride after participating in workshops based on Wayuu narratives. This challenges narratives that inaccurately reduce interculturality to folklorization, highlighting its role as a vehicle for epistemic justice. In addition, the research contributes to the theoretical field by addressing the limited studies on character formation in children aged 10 to 16 in contexts of intercultural vulnerability.pdfspaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternationalInterculturalidadFormación del carácterProyecto de vidaEducación inclusivaPraxis pedagógicaFormación del carácter religado a los proyectos de vida de estudiantes en un contexto interculturalinfo:eu-repo/semantics/restrictedAccessinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesisInterculturalityCharacter formationLife projectInclusive educationPedagogical praxis