Guerra García, Luis Alberto2021-10-052021-10-051986https://hdl.handle.net/20.500.12442/8641Es necesario acudir a la historia personal del individuo, a las circunstancias sociales y culturales, donde ha nacido y se ha desarrollado para encontrar, y en gran medida, explicar, la conducta del ser humano. Es, entonces, un lugar común afirmar que la conducta humana es el resultado de la interacción o de la influencia mutua de los factores biológicos y constitucionales y los factores que dependen del medio ambiente, pero destacando con especial énfasis, los mecanismos consientes y principalmente inconscientes de la estructura de la mente. Es fácil observar que el ser humano al nacer exhibe una conducta animal. Progresivamente el nuevo ser evoluciona de esta condici6n biológica-animal a la condición de ser adulto bio-social. En este largo proceso va desarrollando técnicas o formas de adaptación en un intercambio permanente, entre sus necesidades biológicas y psicológicas y las posibilidades de su medio ambiente. De este modo va estructurando su propia personalidad. Se puede considerar a la madre como factor fundamental que rodea al hombre en un principio. Desde la vida intrauterina es ella, sana o enferma, quien le suministra alimento físico y psicológico. Pero ella, además, ha estructurado su personalidad, en un momento dado de la historia, en una determinada cultura y en una cierta clase social. Por lo tanto, es inicialmente, a través de la madre, del intercambio afectivo con ella j que el niño va incorporando e internalizando los valores culturales de la sociedad que le vio nacer. Posteriormente ingresan nuevas figuras significativas, tales como el padre y los hermanos con cuyo intercambio afectivo y social, el niño cristaliza los valores culturales.pdfspaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternacionalInimputabilidad (derecho penal)Enfermedades mentalesDerecho penalProblemas PsiquiátricosInimputabilidad por inhibiciones psiquiátricasinfo:eu-repo/semantics/restrictedAccessinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesis