Noble Olivero, Frank AlbertoDel Vecchio Domínguez, Enrique AntonioAmaya Fuentes, Edwin Alfredo2021-05-102021-05-102014https://hdl.handle.net/20.500.12442/7606La Constitución Política de Colombia de 1991, que ha sostenido la forma de Estado unitario, ha emprendido, no obstante, un esfuerzo hacia la ruta de la descentralización. Así, por ejemplo, proclama su primer artículo que Colombia es una "república unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales". Esta norma primigenia establece a Colombia en un modelo unitario, no obstante permea la posibilidad de emprender escenarios de descentralización territorial. Así, tenemos que el criterio unitario no fue concebido como un estandarte de fortalecimiento de la estructura centralizada del Estado en detrimento de la autonomía prevista en la misma norma constitucional y los procesos de descentralización iniciados a mediados de década de los ochentas del pasado siglo, sino que atiende la voluntad de acentuar que el concepto de la unidad no es incompatible con la descentralización territorial. Por ello el ejercicio de las prerrogativas jurídicas que ofrecen las normas que enmarcan las garantías que ofrece la Constitución Política a la autonomía administrativa de las entidades territoriales debe apalancar procesos de desarrollo en las regiones para propiciar con esta institución verdaderas oportunidades que regenten el progreso de las regiones. Es dicotómico ver el contrapunteo entre el poder del Estado unitario y la autonomía de las entidades territoriales, instruido primeramente por el poder preferente del Estado central, poco resistido por las entidades territoriales quienes han desarrollado medianamente la autonomía propuesta por la Constitución Política como un eficaz instrumento de desarrollo jurídico.pdfspaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternacionalEntidades territorialesEstado unitarioinfo:eu-repo/semantics/restrictedAccessinfo:eu-repo/semantics/masterThesis