Gutiérrez, Luis EduardoAyure Charris, JulioDe La Hoz Fernández, Willy AlfonsoMontenegro Pabón, Luz KarinaPeña Redondo, Camila Alejandra2023-12-052023-12-052009https://hdl.handle.net/20.500.12442/13543En el ejercicio de la Contaduría Pública, se suele decir que al funcionario honesto le gustan las auditorías, porque es una oportunidad de demostrar su transparencia y ganar puntos en su calificación personal. El hecho de ser depositario de la confianza pública puede incidir negativamente en el proceder de un profesional por la ya reiterada condición humana del profesional de la Contaduría. Las tentaciones, cuando se hallan unidas a la necesidad, forman un coctel sumamente dañino, que puede conllevar al desvío de la conducta del buen profesional, induciéndolo a aceptar e incluso, proponer, acciones que van contra la ética de la profesión, una de las más delineadas por la ley, en Colombia. De ahí que el estudio, más que una indagación negativa, puede convertirse en una demostración de la transparencia de nuestros contadores públicos, en razón de los resultados obtenidos. Es decir, como el buen funcionario, los contadores tendrán oportunidad de demostrar que se ciñen a los lineamientos éticos y legales de su profesión y que respetan la fe que en ellos ha sido depositada, en razón de su disciplina.pdfspaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternacionalContadoresContaduría publicaÉtica profesionalinfo:eu-repo/semantics/restrictedAccessinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesis